Para publicar un sitio web en Internet, lo primero que hay que hacer es adquirir un dominio, que es el nombre con el cual los usuarios van a encontrar nuestro sitio web. Una vez que se tiene elegido uno o varios nombres de dominio, el siguiente paso es publicar el sitio web en Internet.
Para ello, podemos montar nuestro propio servidor web, pero es mejor delegar en una empresa experta que se dedique a ello, para así nosotros poder centrarnos en el desarrollo del sitio web.
Sin embargo, es una opción interesante si el sitio web es realmente grande y complejo, necesita mucho espacio de almacenamiento y volumen de transferencia, una configuración muy particular y, además, contamos con un presupuesto suficiente para comprar el ordenador y contratar la conexión a Internet necesaria. Y por supuesto, tenemos los conocimientos necesarios para instalar, configurar y administrar todo el sistema para mantener nuestro servidor web seguro y evitar ataques.
Por todo ello, la opción más común, es contratar un alojamiento o hosting.
Un alojamiento o hosting es el servicio que provee a los usuarios de Internet un sistema para poder almacenar información, imágenes, vídeo, o cualquier contenido accesible vía Web.
En la actualidad existen diferentes tipos de alojamiento, gratuitos y de pago.
- Gratuito: es útil para publicar páginas personales, hacer las primeras pruebas cuando se está aprendiendo a hacer páginas web o cuando no queremos gastar dinero. Pero una empresa seria no debería emplear este sistema, ya que estos sistemas son limitados, ofrecen malas prestaciones (espacio y tráfico limitado) y suelen añadir publicidad a la página web.
- De pago: tiene diferentes tipos.
- Compartido -> Es la solución más común. Ofrece mejores prestaciones que la solución gratuita, pero a un precio reducido. Se dice que es "compartido" porque se alojan las webs de varios clientes en un mismo servidor. Es una buena solución para pequeños y medianos clientes, ya que ofrece una buena relación calidad/precio; al compartirse el servidor, el costo se reduce considerablemente.
- Servidor virtual privado -> Mediante un software especial que crea diferentes máquinas virtuales en un mismo servidor, la empresa de alojamiento ofrece al cliente el control de un ordenador aparentemente no compartido. Es una buena solución para clientes avanzados que necesitan un mayor control sobre su servicio web.Además, permite aislar nuestro sitio web de posibles errores que produzcan otros sitios web de otros clientes alojados en el mismo servidor.
- Servidor dedicado -> Es la solución más adecuada para un cliente que desea las mejores prestaciones, pero no quiere preocuparse de algunas tareas de administración y mantenimiento. El cliente alquila o compra un servidor completo y tiene el control completo sobre él. La tarea de administrar el servidor puede encargarse a la empresa de alojamiento o el cliente puede tener también la responsabilidad.
- Housing -> La empresa de alojamiento sólo se encarga del cuidado físico del ordenador y proporciona la conectividad a Internet. Los servicios de housing son ideales para clientes que tienen su propia plataforma tecnológica y que desean alojarla en unas instalaciones adecuadas con una conectividad de calidad.
- En la nube -> Es el sistema más innovador, que permite a un gran número de servidores actuar como un único servidor. Es más seguro porque el sitio web está alojado en varios servidores en vez de uno solo. Y es un sistema muy flexible porque permite aumentar las prestaciones en función de la demanda.
Algunas opciones para los alojamientos gratuitos:
- Webs.com
- Wix.com
- Google Sites
- Un gestor contenidos, como puede ser Blogger o Wordpress
Para los alojamientos de pago, hay algunos criterios que nos pueden ayudar a decidirnos por un plan de alojamiento:
- La calidad, que la empresa cumpla lo que hemos contratado y que resuelva los problemas que tengamos rápidamente.
- El sistema operativo que emplea el servidor web.
- El espacio de almacenamiento que proporciona.
- Los límites mensuales para la transferencia de datos.
- La velocidad de transferencia máxima que podemos tener.
- Los lenguajes de programación web que permite emplear.
- Si permite crear bases de datos y cuántas.
- Si admite múltiples dominios y subdominios.
- Otros, como el número de cuentas de correo que se pueden crear o si proporciona plantillas para crear el sitio web.
- El precio.